A veces nos quedamos mirando la vida pasar, pensando que todo será eterno, a veces pensamos que tenemos todo el tiempo del mundo sin darnos cuenta de que el tiempo no espera nada ni a nadie, el tiempo pasa y no se detiene, y cuando aprendimos que esa es la regla de la vida, a veces es tarde, por lo mismo es que la invitación es a disfrutar, es a cuidarse, protegerse, pero no arrepentirse de nada de lo que se haya vivido, todo tiene un porqué en esta vida, el tiempo nos dará la razón, si es que la sabemos vivir y aprovechar.

Cap. 18, en donde seguimos recordando, esta vez, el festejo del niño, festejo en el que estuvimos, no podíamos estar ausentes el día en que comenzó una nueva vida, el día en el que trazó un futuro lleno de dicha, un futuro en la que su ilusión podrá mas que la amargura de una derrota, en donde aprenderán (si es que ya no lo saben) que juntos son mas fuertes, y que pueden superar cualquier cosa, porque siempre que haya amor, nada los detendrá.