El nombre Almándome no es simplemente una marca, un nombre; es un reflejo profundo de un proceso personal de autodescubrimiento y transformación en el que voy "siendo". Almándome nace y crece desde una invitación constante a vivir desde el amor, a cultivarme desde adentro hacia afuera, a observarme, a acompañarme en lo que incluso se ha convertido en mi camino laboral.
En este recorrido de autoconocimiento, Almándome ha sido la clave para encontrar mi centro y, desde ahí, poder acompañar a otros en sus propios procesos. No se trata de ser perfecta ni de tener todas las respuestas, sino de abrazar cada etapa, cada momento, y reconocer que estoy en un viaje continuo. En este viaje, lo importante no es llegar rápido ni llegar primero, sino intentar divertirme en el camino más allá del mandato social. Gracias por acompañarme en este viaje. Sigamos almándonos juntos, con paciencia, con confianza, y, sobre todo, con mucho amor.
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