
El ser humano es la máxima creación de Dios que decidió rebelarse contra su creador por medio de algo que se llama pecado. Eso es “cualquier cosa que debilite tu razonamiento, altere la sensibilidad de tu conciencia, oscurezca tu apreciación de Dios, o te quite la pasión por las cosas espirituales…cualquier cosa que aumente el poder o la autoridad de la carne sobre tu espíritu…eso para ti se convierte en pecado, independientemente de cuán bueno sea en si mismo” . En definitiva, es no conformarse a las leyes morales de Dios en acciones, actitudes o naturaleza.