
Uno de los desafíos más profundos en la vida cristiana es lograr una verdadera comunión con Dios. Muchas veces, el arrepentimiento se enfoca en acciones específicas—errores cometidos, decisiones equivocadas o pecados visibles—pero no en la transformación del corazón y la identidad misma. Este enfoque parcial puede dificultar una relación genuina con un Dios Santo, ya que el arrepentimiento no solo debe ser un cambio de comportamiento, sino una renovación completa del ser.
Por eso el lugar más alto en donde puedes esta es a los pies del Señor Jesíus con un corazón arrepentido