
Cuando una persona ha desarrollado la enfermedad de la adicción, su vida se convierte en una constante pérdida tanto de personas, cosas, etc, como de la pérdida que se va produciendo en su interior, en su propia persona.
La recuperación no es más que ayudar a esa persona a volver a su esencia, a ser quien era antes que la droga se pusiera en su camino.
La droga no solo te quita lo que eras sino que también te corta todo lo que puedes llegar a ser.