
María y Jesús consiguieron poner a punto el EVO IX y sacarlo a correr en el Memorial. Para ellos era importante probar el coche de cara a la última prueba del tierra de la temporada.
Empezaron fríos y Pedro Cuarental les dejó claro que si querían llevarse el triunfo a casa iban a tener que destapar el tarro de las esencias. Y así lo hicieron.
El clima, que a priori parecía que iba a jugar a la contra, hizo que se sacrificara la curva de la afición, pero dejó el terreno en unas condiciones óptimas para un día de carreras.
Con todo, sigue habiendo cosas que hay que tratar de mejorar urgentemente en este tipo de pruebas.