
La historia de Diego Villarreal nos transmite valentía, fuerza, motivación y total admiración. En el 2017 lo diagnosticaron con Leucemia Linfoblástica aguda y a partir de ahí empezó un camino de dos años y medio de tratamiento, cambios, y aceptación.
Hoy a sus 27 años, considera que es una persona diferente, reconoce cada uno de sus logros, es menos exigente con él mismo, y está rodeado de amor y cariño. En este capítulo, Diego dice algo que nos abraza el corazón: “Ya no soy un Diego que tiene Leucemia, pero sí soy un Diego que vivió Leucemia y que aprendió y que ya no le gustan ciertas cosas. Yo lo tengo que aceptar y la gente también”.
Diego trabaja todos los días en reconocer y aceptar sus cambios, y nos invita a todos a festejar nuestras victorias sin importar lo grandes o pequeñas que creamos que sean.