
En tí confío, no te canses de mí… No dejes que sea avergonzado…Nadie que espera en ti, será avergonzado… Pero que sí sean avergonzados los que se rebelan… A mí, muéstrame tu camino, enséñame tu senda… Guíame en tu verdad… Enséñame en tu Palabra… Tú eres el Dios de mi salvación… Tu compasión y misericordias son eternas… No te acuerdes de mis pecados, ni mis transgresiones… Acuérdate de mí conforme a tu bondad y misericordia.
Hazme humilde, para ser encaminado en tu justicia…
Oro esto para tu pueblo… Me dirás qué decisión tomar … Mi alma estará en prosperidad, llena de tu Presencia y tu Palabra… Mi descendencia poseerá la tierra… Me mostrarás tus secretos, porque temo tu nombre… Me darás a conocer tu pacto… Mis ojos te buscarán continuamente, y tú sacarás mis pies de la red… En esa red caerán tus enemigos.
Tú me tienes piedad, porque en ti me refugio… Que la integridad y la rectitud me preserven, pues en ti espero… Oh Dios, redime a tu pueblo de todas sus angustias. En el nombre de Jesús, ¡¡¡amén!!