
En este episodio especial, nos detenemos a contemplar el misterio de la vida eterna a través de dos celebraciones inseparables: Todos los Santos y los Fieles Difuntos.
Dos días que nos hablan del cielo, del amor que no muere y de la esperanza cristiana que sostiene nuestro caminar.
Acompáñame en una reflexión serena y luminosa, donde descubriremos que la santidad no es un ideal lejano, sino una llamada cotidiana; y que la muerte, vivida en Cristo, no es el final, sino el paso hacia la plenitud del amor.
Un capítulo para escuchar despacio, dejarse tocar por la fe y recordar que la vida vence, el amor permanece y el cielo nos espera.