
En este episodio, el Apóstol Ricardo Di Rocco conversa con su hijo Jonathan sobre cómo algunas iglesias “llenas del Espíritu” suelen ver los problemas de salud mental como locura o posesión demoníaca. Juntos comparten cómo esta forma de pensar ha lastimado a muchos creyentes, alejándolos de la iglesia en lugar de acercarlos a Dios. Jonathan habla de su propia experiencia, y ambos reflexionan sobre la necesidad de una iglesia más empática, informada y guiada por el amor. Un episodio fuerte, necesario, desafiante y lleno de esperanza.