
Es importante planificar y tener objetivos con una visión de vida, pero eso no debe de quitarnos la oportunidad de vivirla, aprendiendo que todo puede cambiar en cualquier momento, practicando la aceptación de que no puedes controlarlo todo y sobre todo el desapego a nuestras propias expectativas, ajustarlas ante cualquier eventualidad y disfrutar simplemente lo que la vida nos da cada día como aprendizaje.