
De ser un niño deportista en su Chacabuco natal, Lucas pasó a una vida sedentaria al mudarse a Buenos Aires para ser arquitecto. Los kilos y la vida sedentaria lo fueron tomando, hasta que un día escuchó a su corazón y su vida cambió. Con pasión y desnudando ese enorme corazón, Lucas nos cuenta cómo pasó de pesar 100 kilos ser "el Gaucho Runner" maratonista de élite.