
¿Te cuesta obedecer? Todas las autoridades en tu vida han sido puestas por Dios: tus papás, tus líderes, tus jefes, pero incluso, ese servidor que dice que no se siente ahí o el vigilante que cerró la puerta justo cuando ibas a entrar porque ya son las cinco. ¿Cómo te va con la obediencia a Dios? Muchas veces, Dios nos llama a tomar saltos de fe, obedecer y ya, a pesar de que no entendamos la situación o incluso nos parezca ridícula. La fe no siempre explica, pero siempre sostiene.