
¿Te ha pasado que tus amigos ya no entienden tu ritmo?
¿Que tu familia cree que exageras?
¿Que te sientes solo en esta oposición, aunque estés rodeado de gente?
En este episodio te hablo claro sobre el precio emocional de opositar.
De lo que duele alejarse de tu gente.
De los planes que dejas pasar.
Y también… de las personas nuevas que aparecen en el camino.
Te cuento mi historia personal:
De cómo me fui a Canarias en plena pandemia, de cómo algunos se alejaron…
y de cómo, gracias a ese sacrificio, conocí a Moisés, un amigo que ahora está en mi mismo centro en Sevilla.
Porque sí, opositar a veces te deja solo…
pero también te conecta con quien realmente vibra contigo.